miércoles, 24 de diciembre de 2014

veinticinco y contando.

Era de esas siluetas que siempre se desvanecían,
que por más que quisieras tocarle...
más rápido se evaporaba.

A veces se dejaba rozar,
susurraba palabras bonitas 
y también me invitaba a bailar.

Recuerdo que perdido estaba,
ni él sabía bien lo que en realidad buscaba...

Ilusa yo por querer orientarle,
pero cómo no estar tan tentada...
con aquel diamante que aparentaba ser bruto.

Daba alusión de decir las cosas claras,
tal vez yo no quería entender...

Hay noches que le tengo,
otras que sólo le recuerdo
-todas, en realidad-

Yo solo quería abrazarle
y tal vez, solo si se podía...
Regresarle ese punto de luz a su mirada.




Era un desorden hermoso... 

es un caos hermoso.

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