domingo, 13 de julio de 2014

Sara

No vengo a hablar de princesas,
de seres mágicos
o locos de cuentos
tampoco de él.

Hablo de ella,
incomprendida
y sigue como si nada,
mala para los números,
con su melena despeinada.

Me decía que veía cosas...
tal vez las imaginaba,
quien lo diría...
en definitiva era la pequeña Sara.

También se ilusionaba,
creía en las fabulas que le contaban
pobrecita Sara...
que muy vil se rompió
y ahora no quería nada.

Que loca,
era hermosa, muy despeinada
pero no lo afirmaba
tal vez se veía un poco opaca
pero era porque rota estaba

Ay Sara...
ni tan grande,
pero su mente volaba,
igual que su ropa en la cama.

Le gustaba bailar Blues,
al ritmo de Lana
y dormir de día,
ya que no hacía nada.

Que las noches se hicieron para convertir a los sueños en realidad,
-muy ebria gritaba-.
Ay querida Sara,
tan sólo querías un cuento de hadas,
no debiste decir eso bien bonita, postrada aquella noche en mis sabanas.

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