martes, 21 de enero de 2014

La princesa manda a la mierda su galaxia, su reino.

Ella decía que ya estaba cansada
que poco pensaba y que andaba fatigada;
plebeyos se acercaban y ella no les paraba,
obsequios de ellos recibía y recuerdo que tampoco los miraba.


No buscaba reyes, buscaba magos;
esos de los cuales leía muy seguido, que decía
que podían subirla a las nubes con su corona en alto.

¿Recuerdas que la corona le pesaba?
Ella ya no quería que eso pasara.

Tampoco quería más clases, que con las que ya tenía
le bastaba,  le fastidiaba y repugnaba.

Que ella no vino a aprender aquí,
-eligió su mejor vestido-
nadie tiene que ver sus cicatrices
-se colocó sus gafas de sol-
nadie tenía que percibir que no veía lo mismo que el resto
-escondió sus cuadernos mágicos-
ella a nadie tenía que convertir en cósmico y mucho menos en poesía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario