miércoles, 23 de noviembre de 2011

Mortales.

Hay historias que a la larga tan sólo en eso se convierten... recuerdos que quisiéramos borrar. Lo mismo pasa con los sueños, deseos e ilusiones. Que cruel vendría siendo la realidad al no entender la necesidad del ser humano a este sentimiento vago que poco a poco va endureciendo nuestro corazón hasta no sentir más. Allí es cuando nos sentimos más completos y a su vez vacíos, allí es cuando rectificamos lo vivido y nos sentimos patéticos al darnos cuenta los objetivos pasados de nuestras vidas.. pero luego nos enteramos que no fuimos cobardes... luchamos, amamos, quisimos y adoramos hasta más no poder y fuimos personas con metas inalcanzables.

Lloramos, reímos y disfrutamos al igual que nos disgustamos. Tuvimos esperanzas que poco a poco se desvanecieron... Despertamos a la realidad de las cosas y nos dimos cuenta que tan sólo somos estúpidos mortales sin almas y que todo lo que tuvimos para ofrecer fue en vano porque cruelmente nos despreciaron.

Tan sólo rencor y venganza queda en nuestro ser e inconscientemente esperamos a la persona que pueda cambiar nuestra visión al mundo y endulzar nuestros pensamientos.

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