Me levanto con dificultad
desvío mi atención y bueno,
nuevamente descubro que todo anda
y yo... yo, pues yo estoy aquí muriendo de sed ajena
ajena sólo porque no me pertenezco.
Espero que mi mundo gire y que no deje de hacerlo
y luego me inspiro porque ya sabes... me estoy enamorando
porque esto por ti crece,
porque esto a veces va suave.
Y es que a veces no sé que es lo que escribo
y no es que me gustaría comprenderlo
es que siento que debo hacerlo
¿O que deberías hacérmelo?
Todo toma otro ritmo
sin contar que es verano
y la anemia me consume
y tengo terror a decepcionarte
o tal vez decepcionarme.
¿Y si sigo así, sólo asiento y me limpio el delineador corrido?
— Alejandra -me dijo- No juegues niña, ya no estás para eso.
—Para los juegos no hay edad, y son más divertidos cuando me los proponen los demás -dije mientras me mordía los labios.
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