Maracaibo, 17 de mayo del 2013.
Buena amiga Alejandra:
No he sabido de ti de hace más de un mes y quisiera ponerte al tanto de ciertos aspectos de mi vida ya que recuerdo que me pediste que te escribiera cada cierto tiempo.
Las cosas han cambiado, mi irritación por el mundo ha salido a relucir en un esplendor muy máximo y me convertí en eso que tanto leíamos y veíamos por ahí compañera, de lo que tanto nos reíamos y nunca entendíamos. No todo lo veo tan lúdico como antes... Estoy tratando de adaptarme a eso y a esta nueva etapa de mi vida, le llamo: crecer (me están ayudando, un chico muy atractivo y que me hace muy feliz... por cierto). Mis aventuras han aumentado y mi felicidad también pero no te niego que esos bajones de melancolía sin ti son muy dolorosos... En poco tiempo cumpliré otro año más y créeme que las cosas son distintas debido a travesuras mal echas y cabos sueltos que al momento me dio apatía arreglar.
Por otro lado... Te extraño, siento que sin ti absorbo a las personas que más amo, no te digo esto con ánimo de lucro alguno, lo digo porque pienso que es necesario que lo sepas y que a veces te echo tanto de menos... y me encantaría que volvieras.
Sé que estás muy gravemente enferma y que el que sólo crea en ti te mantiene con vida, me contaron nuestros otros amigos que últimamente estás en la vía láctea drogándote con el prisma de mis pesadillas y que a veces me escuchas pero sigues sin responderme, creo que indirectamente estoy enloqueciendo sin tí y eso no me agrada mucho de todo pero... ya tu tendrás tus razones.
Sigue descansando en esa densa nebulosa de Orion, he investigado sobre ella y me han dicho que es acogedora, que hay personas cómo tu y que tal vez te recuperes y tu también encuentres a alguien.
Con todo el cariño de mi galaxia me despido y espero escribirte pronto, hasta luego... Estimada Amiga.
Marledis Portillo.
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